El Aceite de Coco es uno de los remedios naturales más potentes que existen. Si tiene la enfermedad de Hashimoto o le han diagnosticado hipotiroidismo, añadir Aceite de Coco a su dieta habitual es una de las mejores cosas que puede hacer.
El Aceite de Coco es una grasa saturada compuesta principalmente por ácidos grasos (triglicéridos) de cadena media. Estos triglicéridos de cadena media pueden acelerar su metabolismo, aumentar su temperatura basal y promover la pérdida de peso aumentando sus niveles de energía. Además, más del 50% de estos triglicéridos de cadena media son Ácido Laúrico.
El Ácido Laúrico es un ácido graso esencial presente en el Aceite de Coco y que el cuerpo humano utiliza para construir y mantener el sistema inmunológico. Todos estos factores combinados tienen un efecto positivo en la glándula tiroides.
Existen otros ácidos grasos presentes en el Aceite de Coco que no son menos importantes y ayudan a mantener una buena salud. El Ácido Linoleico es una grasa poliinsaturada que ha sido comúnmente usada por la industria de la pérdida de peso y se vende habitualmente como suplemento nutricional llamado CLA, las siglas para Ácido Linoleico Conjugado. Presentado en cápsulas de gel, esta grasa saludable ha demostrado promover la pérdida de grasa en una importante cantidad de estudios clínicos.
Otro componente importante del Aceite de Coco es el Ácido Oleico, que es un ácido graso del tipo Omega-9. Esta grasa es además el principal componente del Aceite de Oliva Virgen Extra, otro magnífico aliado de la salud. Este ácido graso se ha demostrado que eleva los niveles de HDL (colesterol bueno) al tiempo que baja los niveles de LDL (colesterol malo).
Ingerir un mínimo de 3 cucharadas de Aceite de Coco --- (de 50 a 60 ml) a diario es la cantidad ideal para cualquier persona que sufra hipotiroidismo o la enfermedad de Hashimoto. Esto puede parecer una cantidad muy grande de Aceite de Coco, pero en realidad no es tanto. Basta con sustituir las grasas habituales que utilizamos en la cocina con Aceite de Coco para consumir una cantidad considerable al día. Además, tenga en cuenta que al ingerir este Aceite de Coco obtendrá otra serie de beneficios relacionados con la salud.
Debemos recordar que, a diferencia de otras grasas, el Aceite de Coco no se enrancia (no se oxida) al cocinar con él ni pierde sus propiedades. Del mismo modo, mantiene intactas sus propiedades al pasar de estado sólido a líquido y viceversa, por lo que su versatilidad es absoluta.
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Ésta información no es, ni sustituye en ningún caso la consulta, tratamiento o diagnóstico profesional de la salud competente. Soy Aceite de Coco es una comercializadora nacional y no sustituye el diagnóstico y consulta de un profesional del a salud.
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